Introduccion

  A partir de la segunda mitad del siglo XV, los europeos descubrieron que los límites de mundo conocidos hasta entonces eran muy distintos y superiores a los que imaginaban, que había otras tierras, y otros continentes, cuyas costas bañaban otros mares que se comunicaban entre sí. El conocimiento de la geografía de la tierra supuso un espectacular impulso. En épocas anteriores, el interés por conocer mundos distintos había tenido un marcado carácter de curiosidad intelectual; en cambio, ahora tenía un propósito mucho más práctico: descubrir nuevas rutas para acceder a tierras ya descubiertas, como África, China, Japón o la India es decir, nuevos caminos para ir hacia Oriente.

La presencia de los europeos en América, obedeció a la necesidad de encontrar un nuevo camino para llegar a las tierras orientales que permitiera restablecer un comercio estable de sedas, tapices, porcelanas, perfumes, piedras preciosas y condimentos, surgido a raíz de las cruzadas e interrumpido por los turcos otomanos con la toma de Constantinopla en 1453.